Por lo pronto voy a contar suicidios que han escandalizado al mundo porque
previamente hubo una cadena de asesinatos. La fuente es Le Monde Diplomatique, Agosto de 2002.Denis Lortie ametralló el 8 de mayo de 1984, a la ciudad de Quebec (esperando
hacerse matar), y luego al parlamento de esa ciudad (tres muertos).
Marc Lépine asesinó a 14 estudiantes del Politécnico de Montreal el 6 de diciembre de 1989, antes de suicidarse.
Friedrich Leibacher ataca al parlamento Cantonal de Zoug (14 muertos) el 28 de septiembre de 2001, y luego se suicida.
Richard Durn asesinó a ocho miembros del Concejo Municipal de Nanterre, el 26 de
marzo de2002 y al día siguiente se arrojó por la ventana.
En Erfurt, el 26 de abril de 2002, Robert Seinhauser mató a 16 personas en su colegio (de los cuales 13 eran profesores) y se suicida. En su declaración de
intención, Steinhauser se refiere explícitamente a la masacre de 13 personas perpetuada el 20 de abril de 1999 (aniversario del nacimiento de Hitler) por Eric
Harris y Dylan Klebold en su escuela de Littleton, antes de suicidarse en su casa.
No contamos los suicidios colectivos por motivos religiosos, ni los que por defender
causas políticas exponen su vida. Eso será en otra oportunidad. Tampoco nos metemos con las motivaciones de suicidas famosos como Hemingway, Asunción Silva y nuestro Milanés, que ahora lo conmemoramos con misas.
No sé por qué García Márquez decía que las mujeres se suicidan a las 6 y preferiblemente los domingos, tal vez para que los deudos planifiquen bien la semana de duelo.